Cuando en el año
1.977 se comenzaron unas catequesis para adultos por medio del Camino
Neocatecumenal, un pequeño germen surgía. El paso de aquel germen inicial, a la realidad
actual de cinco comunidades integradas por un total de 150 hermanos, ha
sido, sin duda, obra del espíritu santo que se ha servido de personas concretas como
nuestro primer párroco, D. Juan Navarro ( 1.969-1.987)
y después de D. José Emilio Ferrando ( 1.987-1.992 ),
continuando con D. Rafael Reig ( 1.992-1.997
),
últimamente con D. Juan Mateo , ( 1.997-2.002 )
y en la actualidad desde Octubre de
2.002 D. Pedro Puche que han sabido perseverar y confiar en lo que la catequesis de
adultos podía suponer para la parroquia, aunque los frutos durante los primeros años no
fueran visibles. Mención especial al P. Gerardo Sánchez , con
visión profética, que defendió y fue paciente, estando en todo momento disponible ante
esta realidad por la que nadie hubiera apostado nada y como no, a los dos equipos de
catequistas de la 1ª comunidad de Nuestra Señora del Carmen de Valencia,
que nos han sabido dar gratis lo que gratis ellos han recibido y nos acompañan en este
camino hacia la FE ADULTA.
Algo que ha seducido desde el principio en nuestras comunidades es esa conjunción entre
unidad y diversidad que se vive en ellas. Diversidad en cuanto a estar formadas por
personas de toda condición: hombres y mujeres, casados y solteros, ancianos y jóvenes,
ricos y pobres, gente con carrera y gente sin estudios, etc. Unidad en el Espíritu,
haciendo realidad en cada comunidad la profecía de Is. 11: " serán vecinos el
lobo y el cordero, el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro
pacerán juntos ..." Y, ciertamente, en nuestra comunidad vivimos durante muchos
años "animales" de todas las especias.
El Camino Neocatecumenal, iniciado por Kiko Arguello y Carmen Hernández en un barrio de
marginados en Madrid a primeros de los años 60, ha sido inspirado por la Virgen María
que, tal como reza una inscripción en este cuadro de la Virgen pintado por Kiko, pide
"hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret, que vivan en
humildad sencillez y alabanza, y donde el otro es Cristo".
Proyecto al servicio de la Iglesia que con los años se ha ido formando no como un
movimiento más de la Iglesia, sino como un fruto del Concilio Vaticano II para ayudar a
las parroquias a abrir un camino de iniciación cristiana al Bautismo, que haga descubrir
lo que significa ser cristiano. Es un instrumento al servicio de los Obispos en las
parroquias, para recuperar la fe de tanta gente que la ha abandonado o la vive sin
sentido.
El Neocatecumenado es un catecismo, un catecumenado para adultos, un "itinerario
de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos de hoy",
tal como el Papa Juan Pablo II reconoció formalmente el año 1.990, en una carta oficial
donde además "exhortaba vivamente a que todos los Obispos, junto con sus
presbíteros, ayuden y valoren este camino en sus Diócesis". Los frutos de
conversión personal e impulso de evangelización que se han llevado a cabo en las
parroquias gracias al Neocatecumenado, han provocado de hecho un sorprendente impulso
misionero que ha hecho de muchos catequistas y familias enteras se ofrezcan para ser
enviado a aquellos lugares de la tierra donde sea necesario evangelizar. Otro fruto
sorprendente es el florecimiento de numerosísimas vocaciones: son ya muchísimos los
jóvenes que, salidos de estas comunidades, han recibido el Sacerdocio o se forman para
ello, y otras tantas chicas que se han ofrecido o se han consagrado ya como religiosas y
contemplativas.
No hay más que ver la fecundidad en vocaciones, que las comunidades de nuestra parroquia
han tenido en estos años ( ver apartado "nuestros carismas" ). Todo ello signo
inequívoco de la acción del espíritu Santo.
Estas letras no son más que unas pinceladas mal trazadas sobre la realidad del Camino
Neocatecumenal en la Iglesia y en nuestra Parroquia.
Los hermanos
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